Santiago Martin, contra toda lógica
y contra toda verosimilitud, se nos ha ido. Se nos ha ido sin explicación. Sin
posibilidad de reaccionar. Una muerte brutal que nos ha dejado a todos sin
palabras. ¡Qué duro!
La muerte de Santy, en la
plenitud de su juventud, sano, sin antecedente de enfermedad conocida, es un durísimo
golpe para CPDS, nos trae con fuerza a nuestra dura realidad cotidiana y nos
recuerda lecciones que nunca debemos olvidar en la lucha contra la dictadura
guineana:
Æ Nos recuerda la facilidad con la que puede uno morirse en GE, sin medios para dejar clara la causa de la muerte;
Æ Nos recuerda que todos estamos expuestos a este riesgo;
Æ Y, finalmente, con el régimen siempre merodeando en torno a nuestros jóvenes y nuestros dirigentes, nos recuerda que la muerte de un compañero o la defección de un dirigente deben reforzar nuestras convicciones y suponer un estímulo para continuar la lucha.
¡¡¡HASTA SIEMPRE COMPAÑERO!!!
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